AQUEL CAMINANTE

Aquel caminante de letras c,a,r,l,o, y s, que conocí un sábado oscuro al finalizar la tarde.


Aquel caminante solitario e inquietante, que se acercó un día a mi mesa para sentarse y así quedarse.


Aquel caminante de diálogo profundo e interesante, que veo que nada teme a veces logra inquietarme.


Aquel caminante que nada tiene de errante, decidió emprender un camino ajeno para intentar repararme.


Aquel caminante de andar lento e impotente, me ayuda a tejer mi historia a través de su mente invaluable.


Aquel caminante que me entregó la vida como consorte, se ha vuelto parte de mi familia con amor y entrega constante.


Aquel caminante de color verde vibrante, se ha vuelto mi secuaz de vida y mi guía expectante.


Aquel caminante es un diamante, uno que me dio la vida sin pedirme nada, básicamente sin cobrarme.


Aquel caminante de voz suave contundente y elegante, al cual no se como pagarle el tiempo que dedica a sanarme.


Aquel caminante es un puente de vida, que logró conectarme con lo más sincero y puro de mi mundo distante.


Aquel caminante ríe, llora y sueña dando sombra a quienes lo necesitan, como si se tratara de un dador de paz constante.


Aquel caminante ahora es mi amigo, mi hermano de diferente sangre, el que me escucha atento sin intentar juzgarme.


Aquel caminante ahora se aloja en mi pecho, pues mi corazón le ha tejido una cama amplia para que el descanse, pues aunque el no sabe llego a mi vida en busca de un algo, y ese algo se llama arte… ese arte que sana las heridas que no quiere mostrarme, pero que a través de sus ojos claros logró fácilmente desifrarle, pues sé que él también está roto e intentando remendarse, dando lo mejor de sí a todos los que pueda encontrarse. 

Aquel caminante ahora camina con este zorro que espera acompañarle, durante muchos años y por muchos caminos del bosque acechante, ese bosque que se llama vida, que es espeso denso y abrumante, a el cual quieren encontrar la manera de conquistarle, pero a la vez de vivirlo, disfrutarlo y sobretodo en algún punto de poder marcharse, teniendo la tranquilidad del proceso, la investigación y el expertise sobrante, para que al final de todo  mutuamente puedan verse a los ojos y así abrazarse y a la vez decirse el uno al otro que por fin lograron simplemente encontrarse.


Kalee Guauta