MI PINTOR
Muchas veces escuche a muchas personas a mi alrededor hacerme la pregunta si el pintor nace o se hace , y siempre quede en el limbo, pero hoy después de 14 años dedicado a esto puedo decir que el pintor nace, no se en que momento pero logra hacer que su gestación sea un evento mental increíble, y aun mas su nacimiento, no necesariamente se es pintor porque se tenga una vena artística familiar o porque desde que llegaste al mundo quisiste tomar un pincel o lanzarte a un papel a dibujar, la verdad es que el pintor florece de un momento a otro sin avisar, sin ningún tipo de preámbulo y generalmente viene al mundo para solucionar o aportar algo o simplemente navegar. Claro cada pintor tiene una función y búsqueda diferente, muchos van por temas como la política, otros tantos en busca de la moda o tendencia, algunos más por amor y unos ni siquiera saben porque pero aun así siguen el sendero del arte.
Para mí lo realmente clave es que el pintor no piense en buscar reconocimiento o éxito personal, el pintor debe buscar que su trabajo hable por sí solo, que su obra sea la que atraiga, exprese, y emocione, para mí el pintor debe ser diferente y como diría Luis Caballero mi más amado pintor ”La manera de ser distinto es realmente ser uno mismo”
En mi caso mi pintor nació por necesidad, por darle solución a una serie de cosas que habían sucedido en mi cabeza desde que era muy pequeño, las cuales durante mucho tiempo me atormentaron porque me hacían sentir un poco loco, extremadamente diferente y cargado y saturado de información que ni siquiera podía canalizar, recuerdo que la primer vez que pude hacer que una de las ideas que vivía en mi mente tomara una forma gráfica me sentí realizado, aclaro que efectivamente era un mamarracho horrible pero me hacía muy feliz, y era porque podía verlo en tangible, en físico, con forma, rara pero con forma. De esa manera mi pintor cambio mi vida y encontré mi canal de expresión, y mi escuela eterna para nunca dejar de aprender.
Puedo decir que ese pintor ha mutado, no puedo asegurar que haya evolucionado pero si estoy seguro que ha cambiado a lo largo de los años, que ha buscado más herramientas y fuerzas para seguir dando todo, al igual que también luchado para de alguna manera lograr poner todo eso que tiene dentro en función de los demás, de ahí justamente nace lo que yo llamo arte emocional, y con ello el gusto por generar procesos donde las obras no solo sean elementos decorativos de salas, habitaciones o adquisiciones de gustos momentáneos y caprichosos que pasan desapercibidos con el tiempo, si no por el contrario que sean vehículos que tejan conexiones con el subconsciente para lograr hacer viajes mentales rápidos y recordar a las personas a diario lo que realmente son, lo que han vivido y quizás un poco de lo que pueden llegar a ser.
No les niego que a veces también es difícil lidiar con mi pintor, porque él tiene personalidad propia, tiene sus rollos, sus líos, sus conflictos sin solución y de repente viene a buscar ayuda en mi cuando quizás estoy un poco más confundido o perdido que él, mi pintor se enfrenta día a día a su peor contrincante, que soy yo mismo, a mi ego, a mi deseo incasable de crear cuando ya ni el mismo cuerpo quiere responder, a mis frustraciones e impulsos, a mis vicios y dualidades y es ahí cuando creamos batallas explosivas y densas que terminan siempre dejándonos sentados el uno junto al otro pidiéndonos perdón y dándonos de nuevo una oportunidad de comenzar de cero con nuestra relación y nuestros lienzos.
Ese es mi pintor y el tuyo ¿ya nació?...
Kalee Guauta