¿Y SI ME ARRIESGO QUE?
Si me arriesgo, pierdo, o si me arriesgo, gano,
es lo único que sé, arriesgarse es una lotería,
porque desde el principio no sabes cómo ni porqué,
sin embargo, el riesgo lleva la astucia y la confianza
de pensar en no perder, aunque muchas veces la realidad
es que el resultado es de no creer.
Si me arriesgo contigo, ¿seré o no seré?
Si me arriesgo con todo lo que soy, ¿podría nunca volver?
¿Me arriesgo o no me arriesgo? Sigo sin saber.
Lo único real y poderoso de esto
es que si lo hago, me arriesgaría por tu ser,
me arriesgo por nuestra vida y por nuestro próximo amanecer.
¿Me arriesgo o no me arriesgo? Es una frase
que repite mi cabeza hasta más no poder,
pero tus manos, tus ojos y tu voz me hacen creer.
¿Me arriesgo o no me arriesgo? Qué locura es entender.
Me arriesgo porque creo en ti y porque eso sinceramente me da fe,
me arriesgo porque te vi llegar a nuestra cita y la verdad no titubeé.
Me arriesgo a decirte desde el primer momento
que te amo con todo mi ser,
y no sé cuál sea el mayor riesgo de todo esto,
pero hoy, mirándote a los te digo que lo quiero tener.
Me arriesgo a amarte y a cuidarte sin pensar en el porqué,
me arriesgo, esa es mi decisión y ya la tomé.
Ahora dame la mano porque quiero confesarte
que esto no lo escribí ayer, esto lo escribí hace tiempo
cuando tomé el riesgo de ver,
no con los ojos de mi cuerpo, sino con los ojos de mi ser,
y hoy, acá a tu lado, lo quería leer,
para sentir el goce y la alegría de por fin entender
que fue la decisión correcta tomar el riesgo de creer,
cosa que nunca he hecho en mi vida por miedo a perder,
pero espero seguir a tu lado y poder envejecer,
no sé si muchos años o pocos, pero a tu lado perecer
y saber así con toda seguridad
que valió la pena una y mil veces el riesgo correr.
Kalee Guauta